jueves, 24 de febrero de 2011

Hombre y mujer de Victor Hugo

El hombre es la más elevada de las criaturas.
La mujer es la más sublime de los ideales.

Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar. El trono exalta, el altar santifica.

El hombre es el cerebro, la mujer el corazón; el cerebro fabrica la luz; el corazón produce el amor. La luz fecunda; el amor resucita.

El hombre es fuerte por la razón; la mujer es invencible por las lágrimas. La razón convence; las lágrimas conmueven.

El hombre es capaz de todos los heroísmos; la mujer de todos los martirios. El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.

El hombre tiene la supremacía; la mujer la preferencia. La supremacía significa la fuerza; la preferencia respeta el derecho.

El hombre es un genio; la mujer un ángel. El genio es inmensurable; el ángel indefinible.

La aspiración del hombre es la suprema gloria. La aspiración de la mujer es la virtud extrema; la gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino.

El hombre es un código; la mujer un evangelio. El código corrige, el evangelio perfecciona.

El hombre piensa; la mujer sueña. Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.

El hombre es un océano; la mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra.

El hombre es el águila que vuela; la mujer es el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma.

El hombre es un templo; la mujer es el sagrario. Ante el templo nos descubrimos; ante el sagrario nos arrodillamos.

En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra; la mujer donde comienza el cielo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

EL MATRIMONIO EN LA EDAD MEDIA

INTRODUCCIÓN

En la edad media se desarrollará un movimiento literario poético llamado Amor Cortés, el cual se basa en la idea de que un hombre desgraciado se ofrece voluntariamente para amar a su consorte para toda la vida y en secreto, esta forma de amar será una respuesta a las restricciones sociales de la época en la aristocrática principalmente. Que para proteger su sociedad testamentaria forzará matrimonios estratégicamente favorables, sin darle una pizca de importancia al asunto del amor.

Ahora pensando en este asunto surge una terrible incógnita; ¿qué tan fiel se podía ser a aquella persona con la que te casaban, si en la mayoría de los casos poco la habías visto en la vida y de seguro casi en nada le conocías? es la interrogante en la que se basa el presente ensayo. Resulta terrible nada más el pensar en lo restringida que en muchos casos podía ser la vida palaciega, pese a todo el esplendor, toda la fastuosidad, terminaban siendo un gorrión preso en su jaula de oro.

El simple hecho de existir el movimiento del dulce amor nos dice bastante, no se trataba pues de una sociedad que deseara ser fiel a quienes se les imponía, no es que trataran de buscar una actitud libertina, por lo menos no en todos los casos, sino más bien era el grito desesperado de quienes deseaban poder elegir con quien pasar su vida, ante la imposibilidad estos terminaban por vivir amores platónicos, de los cuales entretejían toda serie de fantasías sobre felicidad y amor ideal.

Esa será la historia por lo menos de los miembros de la clase dirigente, en un sistema que buscaba mantener una sociedad estamentaria con todo el rigor posible, un mundo donde se buscaba conservar los beneficios económicos y sociales sin importar lo mucho que se tuviera que sacrificar, por tanto mi ensayo busca analizar la fidelidad matrimonial solo entre los miembros de la aristocracia.

EL MATRIMONIO

Siempre ha sido complicado el asunto de la monogamia, en la edad media si bien ya se había impuesto la religión cristiana (por lo menos en el occidente de Europa), resultaba ser improbable que de manera efectiva se hiciera palpable los valores cristianos, cuando el cristianismo solo es superficial.

En el principio del cristianismo el matrimonio no era una institución bien establecida, será en el transcurrir del tiempo que se irá definiendo efectivamente cual será la postura de la iglesia frente a este tema. Ya para el siglo XII y el XIII se irán concretando muchas ideas que aún hoy de alguna manera perviven, será para el concilio de Letrán en el año 1215 que se sacramenta el matrimonio. Será un proceso lento y difícil debido a que la sexualidad es vista como una manifestación natural de pecado, por tanto el matrimonio si bien busca domesticar y delimitar esta atracción natural hacia el sexo opuesto, también terminara por instituirse en base a los muchos prejuicios, la ignorancia de la época y la misoginia reinante en el corazón de los clérigos célibes.

Resulta importante resaltar el valor que siempre ha tenido la virginidad y la abstinencia dentro de la moral cristiana, influenciada tanto por la naturaleza virginal de la madre de Jesús y de él mismo, como por el valor que le dará a la abstinencia como virtud superior el apóstol Pablo en sus epístolas, se trata pues de un sistema moral que al radicalizarse termina por atentar contra el acto sexual, esta manifestación fundamentalista verá su mayor expresión en la secta de los Albigenses. En la época patriarcal escritos varios hablarán sobre este tema; Tertuliano comentará que la virginidad garantiza el ascetismo, otros comentarán que en la existencia de la virginidad se mantiene la inocencia que se perdió después de la caída de Adán y Eva, la idea implícita por tanto es que el acto sexual es caer en pecado, por lo menos el asunto en este sentido no está muy claro, al desechar mucha de la moralidad del antiguo pacto, terminan los patriarcas por desorientarse en temas como este, por lo que se ven obligados a construir una nueva forma de abordarlo.

El matrimonio será entonces un estilo de vida lleno de peligros, el hombre debe tender siempre a buscar el cultivo de la virtud en el espíritu, y las distracciones que generan las pasiones humanas y la necesidad de mantener un hogar no viene a ser sino una obstrucción para su desarrollo espiritual, además con el pasar de los siglos irá surgiendo la idea de que naturalmente la culpable de los males siempre es la mujer que en lo oculto teje estratagemas para seducir al hombre (víctima perpetua), esta no ha hecho sino heredar la conducta de su matriarca que con el fruto del árbol prohibido vino a traer la desgracia del hombre. Se trata pues de un ser inferior reducido en su naturaleza por su concupiscencia con el que conviene relacionarse poco, y que solo en algunos muy contados casos puede llegar a la redención venerable, que procede de la virtud de mantenerse con un corazón y un cuerpo virginal, donde se puede manifestar en todo su esplendor la masculina naturaleza del creador, y estas mujeres vienen a convertirse en objeto de culto popular.

Dios engendro a Jesús sin placer sexual, no hubo placer por parte del padre ni de la madre, este es el ejemplo máximo a seguir, por lo que si bien no se niega la necesidad de la procreación (como si lo harán los Albigenses), se extralimita en una atmósfera ascética, comienza a hablarse del celibato en el matrimonio, entendiéndose este como sexo sin placer y cuando sea estrictamente necesario, porque el placer sexual lleva al infierno, esta doctrina la desarrollara San Agustín y sera fuertemente arraigada en la iglesia medieval, principalmente promovida por los monjes y los eremitas que en el principio surge como una respuesta radical a la amenaza gnóstica que no pone límites al cultivo de los placeres de la carne ni busca el establecimiento monógamo instituido por Dios y reafirmado por Cristo, lo ideal me parece debiera ser el pensar en castidad matrimonial como una actitud de control ante el deseo sexual que si bien de espacio al deleite no permita que este tome control de la existencia. Es así como se establecerá una jerarquía espiritual a partir de San Agustín donde en el orden mayor se establecerán los ascetas quienes siempre puede ascender espiritualmente y por debajo de ellos los casados, que si bien no están pecando, están condicionados en un estilo de vida que no permite el ascenso espiritual pero que poco a poco se irá transformando en un sacramento, se puede hablar de una espiritualización exacerbada en detrimento del cuerpo.

La institución estará muy emparentada a la idea de patrimonio, de ahí la similitud de las palabras y no sera hasta el concilio de Letrán que logre desarrollar un rito propio, antes de dicho concilio solo se consideraba bendita la unión de la pareja que decidía instituir una familia siempre y cuando respetara la monogamia y la castidad matrimonial, matrimonio era la unión sexual no como hoy día que se piensa que matrimonio es el rito institucional. Antes del siglo XII el rito que se daba

era el de aspersión de agua en torno al lecho nupcial para bendecir la continuidad del patrimonio en torno al nacimiento de un heredero.

Fruto de la herencia secular es la idea de el matrimonio como un vinculo estratégico entre familias donde también se consideraba necesaria la virginidad pero como garantía de la ausencia de hijos ilegítimos que pudieran reclamar el patrimonio valiéndose del mayorazgo, esta mentalidad se mantendrá hasta el siglo XIX.

En la edad media se desarrollara básicamente a partir del siglo XI un nuevo orden social, muy rígido con poca posibilidades de ascenso y de libertades individuales, este orden se conoce como feudalismo, en el marco de este sistema surgirá la respuesta de muchos hombres que no se conformaran con lo que les toca. La mujer no poseía libertades y su condición era inferior, en su existencia era determinante el poder casarse con un noble y poder garantizarle descendencia, especialmente un hijo varón. Por tanto las relaciones no se sustentaban en los valores que hoy día nosotros consideramos inalienables, en aquellos tiempos la tasa de mortalidad infantil era elevada y las muertes de madres en pleno parto eran frecuentes, por tanto resultaba fundamental garantizar la supervivencia del apellido de la familia, siendo esto un reto en sí mismo.

AMOR CORTES

El concepto del amor para los hombres del “amor cortés”, se basa en gran medida en la emoción del sentirse atraído por el otro, se supone que no se debía revelar la persona a quien amabas, era solo un secreto que debía en todo caso compartirse con la consorte, naturalmente lo que se arriesgaba era demasiado. Más de un trovador terminó ensartado en el acero de algún esposo enardecido ante la infidelidad de la cual terminaba siendo víctima. Para escribir sobre la amada generalmente se usaban seudónimos, se vivía de la ilusión, eran unos adictos de las hormonas.

Mucho se sufrió entre aquellos que enamorados de quien no se debían terminaban frustrados y deseosos de estar con esa persona, era una situación difícil, lo más adecuado era mantenerse firme en los valores cristianos de la época, aprender a amar a la persona que te había tocado y de no ser posible simplemente tolerarle, sin embargo con esa mentalidad se criaban a las personas desde la niñez, cuando eran adultos ya se encontraban preparados para ello, pero sin la motivación que surge de la decisión de amar se puede deducir lo frágil que resultaba el asunto de la fidelidad, en ríos, lugares ocultos, bajo el refugio de la noche, eran muchos los amantes que se entregaban a su pasión, los que por razones morales no se lo permitían, les bastaba para conformarse con el escribir poemas sobre el objeto de su amor, entendiendo que aunque imposible no por tanto debiera de sentirse profundamente en el corazón, en este último caso podemos incluir la literatura del “dulce stil novo”, esta se basará en la idea del respeto de los valores cristianos sin tener que renunciar a tu amor, por tanto será un amor oculto que se usará principalmente para edificar el espíritu, para engrandecerle al intentar comprender a Dios como principal hacedor del amor y amante de su iglesia.

Resulta ser un asunto complicado hablar de fidelidad bajo estas condiciones, debido a que esta es un acto de voluntad que surge del deseo de amar y como se puede ser fiel y considerarse legítimo un matrimonio que ha sido impuesto, por lo menos para la interpretación de los valores cristianos visto desde otras épocas, el amor es una decisión, no se puede imponer y por tanto la fidelidad. Es por eso que se puede hablar de un amor fiel en ocasiones, pero no dentro del matrimonio, claro esto dependerá de diversos factores, entre ellos el perfil sicológico de la persona, el grado de estabilidad emocional, si es una persona promiscua, no se puede por tanto tener absoluta certeza de que tan fieles eran los matrimonios en la época, pero teniendo en cuenta las restricciones sociales y los peligros de aventurarse en los brazos de otro para las mujeres, y la superioridad jurídica del hombre se puede sacar ciertas deducciones más o menos acertadas; el hombre sin duda (por su propia naturaleza y por poseer el control social) era el que tenía mayor tendencia a establecer relaciones extra maritales, este sin duda hacia uso del amor cortés para conquistar doncellas y de ellas darse deleite en muchas ocasiones, los que no eran promiscuos sin embargo en muchas ocasiones se habrán valido de esta ventaja. En el caso de las mujeres como antes he dicho habrán tendido una menor tendencia al adulterio por temor a las posibles consecuencias.

CONCLUSIONES

A manera de conclusión se pueden desarrollar una serie de puntos; se puede deducir que si bien era menos común la separación de los hogares es muy probable que la tasa de infidelidad dentro de la sociedad aristocrática haya sido elevada siendo mayor entre los hombres. La concepción del amor cortés estaba muy influenciado por las emociones (el enamoramiento) circunscrito dentro del ideal caballeresco, era una vía de escape para aquellos que presos en una vida de restricciones, necesitaban poder sentir que verdaderamente estaban vivos, también para los que sentían especial atracción por el placer sexual.

Respecto a nuestra sociedad ha cambiado mucho las condiciones, en nuestra sociedad ha triunfado más bien el amor cortés, ya han terminado los tiempos de los matrimonios impuestos, nos encontramos en una sociedad liberal, pero es ahora menos frecuente el matrimonio, institución que parece estar en constante decadencia, es ahora más bien común el concubinato por el temor de que el compromiso matrimonial ahogue el amor, tal vez ese miedo es una respuesta social al recuerdo de lo que fue, como sea no es muy apropiado realizar comparaciones porque en la actualidad ha desaparecido la clase aristocrática. Basándome en el uso de las encuestas podría concluir que todos desean fidelidad pero una buena parte no está dispuesta a comprometerse con fidelidad absoluta.


BIBLIOGRAFÍA

http://www.youtube.com/watch?v=Tp2EEG4dA_o

http://www.youtube.com/watch?v=zuXR831TIGE

http://www.youtube.com/watch?v=4utq31o8kPY&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=jkp2GHBRUiQ

González, Justo L., Historia del Cristianismo. Miami (USA), Editorial UNILIT, 1994

Guignebert, Charles, El Cristianismo Medieval y Moderno. Fondo de Cultura Económica, 1957.

Biblia de América. Madrid, La Casa de la Biblia, 1994


sábado, 5 de febrero de 2011

Amor Cortes y Prostitución en la Época Medieval

INTRODUCCION:

El trabajo a desarrollar esta estructurado en tres partes: El amor Cortes, La Prostitución en la Edad Media y una comparación con la actual; desde el principio, el objetivo es tener una idea más desarrollada de cómo en la época de los caballeros y las damiselas, florecía el amor y la importancia que representaba la figura de la mujer, es por eso que se tocara el tema de la prostitución como una comparación de la mujer que va de un símbolo “supremo” y “una vergüenza para la sociedad”.

AMOR CORTES - IMPORTANCIA DE LA MUJER:

El amor cortés floreció en la Provincia francesa a partir del Siglo XI, era una concepción que expresaba el amor en forma noble y caballeresca, un amor personificado en una mujer ideal que va más allá de lo terrenal; se trata de un amor hasta el fin, un amor llevado a sus límites extremos.Se ha querido ver en el amor una inversión de los trovadores, es decir, los poetas liricos que componían sus obras en lengua occitana y proponían un arte de amar que, a lo largo de los siglos XII y XIII, se transformo en un sistema coherente, aunque dotado de múltiples variaciones. El trovador más antiguo es un gran señor feudal, Guillaume, séptimo Conde de Poitiers y noveno duque de Aquitania[1].

El amor cortesano es además, sufrido y muy difícil, esto porque para conseguir que realmente se consuma o se viva como tal debe pasar por una serie de “ritos”, el caballero debe sufrir, debe luchar realmente por esa dama si la ama como se supone que la ama. El amor por dolor, sufrido, es el instrumento de perfección espiritual, es el estado en el cual los amantes alcanzan una felicidad plena, por ejemplo, en Tristán e Isolda, se ve de clara manera reflejado lo que antes mencioné, este amor sufrido, guerreado, complicado, pero que finalmente se consuma.

Por tanto este amor, son las acciones propias de los amantes, desarrolladas durante un periodo de tiempo, estas acciones, se engloban bajo un contexto casi de sumisión, en el que la mujer toma el rol de superioridad por sobre su amante, es la mujer el eje central de esta relación, es ella quien maneja las realidades, la encargada de dirigir las riendas de las situaciones que se van desarrollando, en sus manos está el comienzo, desarrollo y desenlace de este amor.

El amor cortes, resulta extraño para la mentalidad moderna, era una fértil institución de la Edad Media tardía, aunque en modo alguno pueda ser motivo de inspiración para los amantes actuales. La relación de un amante galante con su dama a la que existía entre el vasallo feudal y su señor. El sentimiento aparece por primera vez en los trovadores del sur de Francia a finales del siglo XI.

El modo en que Dante Conjugaba la forma poética, el amor cortes y el amor a Dios, ninguno de los cuales podía ser consumado en esta vida, merecieron elogio de Yeats, que lo califico como la “la imaginación más poderosa de la cristiandad”. La síntesis medieval de Dante aglutinaba las distintas formas de amor que dominaban en su época. Su Divina Comedia describe la vida en la muerte que dramatizaba las esperanzas cristianas y su Vita Nuova describiría la nueva vida que procedía del amor terrenal no realizado[2].

Por lo indicado anteriormente, se debe decir que la mujer en la edad media pasó por varias concepciones, inicialmente se la veía como el vivo reflejo de Eva, por lo cual era despreciada, vista como la responsable de todo lo malo que se vivía en el mundo, luego, tiempo más tarde, este negativismo cambia y se instaura en la sociedad la imagen de María, la madre de Dios, la virgen, como el modelo a seguir para las doncellas y religiosas, por lo cual la imagen femenina pasa a ser un tanto idealizada.

La mujer, en el amor cortes es quien da una respuesta al caballero, luego de todo lo que ha hecho él, es ella la que finalmente decide aceptar ser su amiga o no, es por esta sumisión, que la relación dama-caballero se compara a la que se vive en el feudalismo entre señor-vasallo.

La mujer adquiere esta “personificación” solo en el amor cortés y no bajo el marco del matrimonio, estado en el que se revierten los papeles y la mujer pasa a ser una especie de posesión del caballero: este es el señor y la dama es su vasalla.

Andrés el capellán, nos da a conocer una serie de preceptos, reglas, códigos y casuísticas acerca del amor cortesano y puntualmente en relación con el tema del matrimonio, nos explica el porqué los esposos no pueden consumar el amor propiamente tal como un acto voluntario, en contrariedad a los amantes que sí lo pueden hacer:

[…] decimos y afirmamos [indica la condesa María de Champaña], [...] que el amor no puede extender sus fuerzas entre dos esposos. En efecto, los amantes se dan todo gratuitamente el uno al otro y sin que una razón lo obligue; en cambio, los esposos están obligados, por el deber, a satisfacer sus mutuos deseos y a no negarse nada. [...]

[...] una regla de amor dice que ninguna mujer casada podría obtener el premio del rey del amor, a menos que esté enrolada al margen del matrimonio. En cambio, otra regla del amor enseña que nadie puede amar a dos personas a la vez. Con razón, pues, el amor no podrá extender sus derechos entre los casados.

La Prostitución en la Edad Media: Repercusiones dentro de la Sociedad.

En la época medieval la prostitución se desarrolló de manera considerable en Europa ; los burdeles eran frecuentemente regentados por los propios municipios, la prostitución se vio sometida a cierto control, un control en el que únicamente tres hombres podían tener relaciones con una mujer al día ya que de lo contrario la propagación de las enfermedades sexuales iba a incrementar.

Había tres tipos de damas, las que querían “escuchar” el amor, las que se negaban a “escucharlo” y las que sólo se dedicaban a lo sexual, estas últimas se refiere a las prostitutas o como se le dice en la actualidad “mujeres de la vida alegre”; ahora bien, dichas mujeres durante la época medieval, ¿habrán entrando dentro de los estatutos del amor cortes; algún caballero pudo haber sentido tal admiración por una prostituta? Ante la sociedad no estaba bien visto la imagen de las mujeres de la vida alegre, sin embargo al igual que en nuestros días esa “profesión” prevalece y va en aumento, bien sea por necesidad, obligación o simplemente placer.

Durante la edad media se hicieron esfuerzos por parte de los gobiernos municipales para expulsar a las prostitutas de las ciudades, sin embargo la demanda era demasiado grande, ya que no sólo los hombres solteros buscaban sus servicios, sino también los hombres casados y muchos miembros del clero, muchas ciudades trataron de resolver el problema desterrando a las prostitutas a zonas concretas, que acabaron convirtiéndose en sectores marginales asociados a los pobres.

En 1254, el rey Luis IX decretó el destierro de todas las prostitutas de Francia, pero cuando comenzó a aplicarse el Edicto se constató un brutal aumento del negocio carnal clandestino, lo que indujo a revocarlo en 1256. Un nuevo decreto especificaba en qué zonas de París podían vivir las rameras y reglamentaba su forma de actuar, la ropa que podían usar y las insignias que las caracterizaban. Además, se las sometía a una inspección y control por parte de un magistrado policial, que vulgarmente era conocido como el rey de los alcahuetes, mendigos y vagabundos[3].

Por lo tanto a las prostitutas se les imponía la ropa que debían utilizar, esto con el fin de ponerlas al margen de la 'mujer decente' y evitar la confusión, la Iglesia requirió que adoptasen algún distintivo en su vestimenta, que el gobierno de cada ciudad seleccionaba; por ejemplo, en Milán la prenda que las distinguía era un manto negro, mientras que en Florencia llevaban guantes y campanas en sus sombreros.

Al mismo tiempo que se establecieron los burdeles municipales, se adoptaron otras medidas para controlar la prostitución. Las mujeres públicas fueron obligadas a llevar distintivo para evitar cualquier confusión con las mujeres “honradas”[4].

Importante mencionar que durante la edad media, las prostitutas ejercían su comercio como gremio reconocido, figurando en las entradas solemnes de príncipes en las poblaciones y festejándoles con ofrendas de flores, no era infrecuente tampoco que las visitasen entonces grandes dignatarios, que por otra parte las obsequiaban con regalos para bailes y festejos.

En el siglo XIII, la Iglesia inició una dura persecución de las prostitutas, sin embargo en el siglo XIV y XV, algunos clérigos llegaron a decir, que los pecados carnales eran menores por venir por naturaleza, otros decían que como no sacaba placer de su trabajo, si no una recompensa monetaria, estaba libre de pecado; desde ese momento la prostitución es un servicio público, a partir de este momento la prostituta abandona la clandestinidad y la marginación.

“El sistema de prostitución monopolizada alcanzó su apogeo en el siglo XV, y en Francia fue coronado con la aprobación real”[5].

El devenir de la Prostitución hasta nuestros días:

El termino prostitución, hace énfasis a la venta del cuerpo por dinero, se dice que la prostitución ha existido desde siempre, dentro de distintas percepciones y ámbitos, y al igual que hoy, fue rechazada y repudiada por la sociedad; como observamos, en la edad media, luego de hacer lo posible para expulsar o eliminar esta profesión que avergonzaba a la sociedad, no teniendo éxito, se crearon una especie de leyes con las cuales se debían regir las mujeres – hombres que llevaban dicha vida.

Los cambios que se han dado con respecto a la prostitución, no han sido de gran relevancia, es decir al igual que en el mundo antiguo, la profesión que ejercen hombres y mujeres dentro de la prostitución aun es condenada por la sociedad y la discriminación existente para este grupo de “trabajadores de la vida alegre” es inevitable. La prostitución vista desde el contexto social, viene siendo una anomalía que ocasiona efectos y consecuencias negativas dentro de la sociedad y su impacto social día a día constituye mayor preocupación.

Según los sociólogos la prostitución es un mal necesario, porque de no existir, todas las ciudades se convertirían en grandes prostíbulos, ya que sirve para equilibrar las necesidades de los habitantes.

Importante tener en cuenta es que la prostitución se da por varias razones, como falta de recursos económicos, ausencia de valores inculcados, desintegración familiar, sentimientos de abandono e inferioridad, incapacidad de establecer relaciones satisfactorias y heterosexuales, deficiencia moral, entre otras, en fin particularmente pienso que la prostitución cada día va a la vanguardia y todos los prejuicios que tiene la sociedad de alguna manera está incrementando dicha profesión.

En esta encuesta está reflejado el concepto de amor que se tiene en la actualidad, o por lo menos una aproximación.

¿qué es para usted el amor?

Lo es Todo… 12,5%

Complementariedad, bienestar común… 9,52%

Entrega Desinteresada… 9,49%

Algo Sublime, pureza, paz… 8,22%

Sentimiento Primordial… 6,32%

Algo Biológico o sexual… 5,06%

Sentimiento Impredecible… 3,79%

Es Inexplicable… 3,79%

Imposición social… 3,79%

Reacción Irracional, enfermedad… 3,79%

Expresión de Libertad… 3,16%

Sentimiento Pasajero… 1,89%

4. ¿hay relación entre el amor y el sexo?

… 54%

No… 22,58%

No necesariamente… 18,70%

No sabe… 2,58%

No contesta… 1,93%

5. ¿el amor es eterno?

… 36,2%

No… 50,96%

No necesariamente… 9,67%

No sabe… 3, 22%

10. ¿cómo se demuestra el amor?

Con hechos… 42, 85%

Con detalles… 21,42%

Con respeto, sinceridad… 10%

Con amor… 8,57%

Con sacrificio… 5,71%

Con sexo, con los sentidos… 5,71%

No se demuestra… 4,28%

Otros… 1,42%

Conclusión:

Para lograr brindar y recibir amor, que se debería hacer? Existen reglas ?, en fin, esto sucederá cuando exista el respeto del amor y así puedan desaparecer las causas y las presiones que llevan a tantas mujeres a la prostitución; cuando triunfe el amor, el sexo será vivido en su dimensión verdadera, dentro de la vida matrimonial que lleva a los esposos a la fidelidad más pura que podamos imaginar; cuando triunfe el amor, habrá menos clientes que busquen “pasarla bien” con un rato de placer que no puede ser completo si es sólo con una extraña a la que quizá se desprecia, como también ella puede sentir desprecio.

Considero que en la actualidad para poder demostrar el verdadero amor, se deberían tomar en cuenta dichos criterios, mas sin embargo la mayoría de las parejas hacen caso omiso a todo esto, solo desean pasarla bien, sin tener que manifestar “como se hacía en la edad media”, ese amor poético y extremista o por lo menos evocar un sentimiento lindo hacia la persona amada.

En la época medieval la mujer prostituta era vista como una vergüenza para la sociedad, que pedía a gritos al gobierno y a la iglesia castigarlas por tal acto y no permitirles la entrada a los círculos sociales sin embargo al otro extremo, es decir la mujer decente, hija de familia honesta, era una imagen imperante dentro del amor cortes.

El trabajo reflejado es una mirada al mundo perfecto para muchos, para otros la época del amor imaginario, ese amor que duele y llevado a sus límites extremos como lo menciona Dante y lo expresa en sus escritos.

FUENTES:

BOORSTIN, Daniel J. Los creadores Barcelona (España), HUROPE, 2008

CARRASCO Machado Ana Isabel– RABADE Obradó María del Pilar: Pecar en la Edad Media, Sílex, 2008

Coloquio Hispano- Frances: Condición de la mujer en la edad media, Madrid, Universidad Complutense, 1986

Jacques Le Goff: Diccionario razonado del Occidente medieval

LEAHA OTIS-COUR: Historia de la pareja en la Edad Media, España, Siglo Veintiuno De España, 2000, p 30.



[1] VERDON, Jean: El Amor en la Edad Media “ La carne , el sexo y el sentimiento”, Paris, Perrin, 2006,p 81

[2] BOORSTIN Daniel J., Los creadores, Barcelona (España), HUROPE, 2008, p. 79-80

[3] Edad Media, en: http://www. El-Sexo-en-la-Edad-Media.html.pdf.

[4] LEAHA OTIS-COUR: Historia de la pareja en la Edad Media, España, Siglo Veintiuno De España, 2000, p 30

[5] LEAHA OTIS-COUR, op. cit, p.:80